A ella se le atraganta la cena de nochebuena. "Ya no me molan estas fiestas y como para aguantar toda esta mierda.", piensa mientras se esfuerza para no llorar.
- A saber que vida llevas tu alli. No me creo que te dediques a estudiar... porque gastando eso... ¡Ochocientos euros! En veinte dias... no me lo puedo creer, en serio ¿tu que te crees que es esto?
Ella mira a su madre, buscando ayuda, apollo. "No se porque pensé, que por lo menos hoy podriamos hacer el papelito de familia feliz." Su madre se hace la loca. Ella se levanta, lleva su plato al fregadero y abre la puerta. Oye a su padre seguir gritando. A su madre la siente callada, con una postura covarde, dando la razon a su padre. Va a su habitación y encuentra un sobre en la mesilla. 200 euros, que bien... Se acuesta, apaga la luz, y comienza a notar la almohada húmeda por sus lagrimas.
Dos días mas tarde, coje un paquete envuelto que guardaba en su armario. Lee otra vez la nota escrita con su letra, "Papá, no te quejes. Feliz Navidad". Lo guarda en el bolso y sale a la calle. Camina un rato, y cuando llega a una calle solitaria abre el paquete. Mira la cámara digital y le arranca el precio, 300 euros. "Son tan idiotas que no valen ni para quitarle el precio a los regalos.", y sonrie tristemente, evitando el llanto. Observa el regalo. Mide su orgullo, maldito orgullo.
Al rato se levanta y tira la cámara a una papelera.
-Feliz navidad, papá...- susurra y se aleja.
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