"¿Recuerdas nuestro primer beso?", le preguntó él abrazándola desde la espalda, de la única manera que podía inmovilizarla. Ella asintió con la cabeza, distraída, buscando una manera de escapar de aquellos brazos mucho más fuertes que los de ella, a veces lo conseguía y a veces no.
- Estabas contándole a la compi, al borde de las lágrimas que yo jugaba contigo pero que todavía no había conseguido besarme. Creo que dijiste algo como que eso te estaba matando.
- Odio tu memoria selectiva...
- Entonces me acerqué y te dije que cuando quisieras un beso no tenías más que darlo.
- Y te besé.
- Mentira, lo hice yo.
- ¿Qué más da?
- Da mucho, eso significa que yo gano.
- Siempre te lo has tomado todo como un juego, y aunque al principio no lo entendía, creo que es lo que más me gusta de ti.
Ella se giró en sus brazos para quedar frente a él y le levantó un poco la camiseta. Allí estaba el tatuaje que había diseñado para él, miró las letras árabes y sonrió.
- ¿Vas a decirme ya qué significa?
- Al tirar los dados, nunca mirar atrás y nunca pensarlo dos veces.
- Tu estilo de vida...
- El nuestro, corazón, el nuestro...
.:: Roll the dies ::.
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