Conversaciones entre mis dos partes
“Vamos, pequeña, eres más fuerte que todo eso”, me repito.
El problema es que dudo si quiero serlo.
“Son tuyos, te los has ganado a pulso”.
¿Y ahora piden más? A lo mejor ya no los quiero.
“¿Vas a perderlos sin luchar?”
Son libres de hacer lo que quieran. Si se quieren ir que se vallan. Si se dejan engañar por espejismos a estas alturas, quizás no merezca la pena.
“Estas jodida”
Sí, jodidamente mal.
“¿Y qué vas a hacer?”
Reagrupar filas. Enterarme de quien está conmigo y quién no.
“¿Darles a elegir?”
Eso nunca. La gente elige sin que se lo pidas, cada cosa a su tiempo.
“No todo es o conmigo o contra mí”
Lo sé, por eso mismo es tan difícil. Muchos se fueron, y al final, siempre han vuelto.
“Y que vuelvan de nada te ha servido, luego eres tu quien los echas”
Si se me cruzan, es para siempre, por eso mismo estoy metida en este lío. No doy para recibir, pero lo hago esperando hacerlo. Nada es completamente desinteresado. La amistad tampoco.
“No quieres perderlos”
No.
“Y aún así…”
Mejor sola que mal acompañada, he salido de situaciones parecidas.
“Si se los lleva ganará ella”
O ganaré yo. A lo mejor no quiero gente así a mi lado.
“A ellos sí, no niegues lo evidente. Es uno de esos días…”
Sí, ya iba tocando.
“Una vez cada tres años no es una mala media”
Antes tengo algunas cosas que hacer. No puedo encerrarme en mi habitación si está llena de mierda.
“Como el fénix, renacer de las cenizas. ¿Es lo que vas a hacer?”
Si.
“¿Procedimiento habitual?”
Día encerrada, y día con alguien que hace tiempo que no veo. En principio sí.
“¿Servirá de algo?”
Siempre ha funcionado.
“Tu sabrás”
Sí, yo sabré.
“Pues ánimo”
Las cosas siempre son más claras cuando te distancias un poco.
“Sigue luchando pequeña, no te rindas ahora”
¿Para qué? Esto no es una derrota. Vámonos, tú también vienes. No hay manera de deshacerse de ti.
“¿Tu eres el demonio y yo el ángel, verdad?”
Y eso a quién coño le importa…
No hay comentarios:
Publicar un comentario