¿Cómo puede una calle segar tantas vidas?
No se llamaba olvido, o amargura. Aquella pequeña calle tenía un nombre mucho menos poético, pero le bastó para tragarse todas las vidas de nuestra generación… la generación X. Cuando éramos jóvenes veíamos el futuro brillante, nuestra calle estaba viva y podíamos crecer en ella. Ahora solo quedan pedazos de todo lo que fue, las oportunidades se acaban porque nada es gratis, solo quedan vidas frágiles y sueños destruidos.
Estas son nuestras historias. La historia de Swallowlane.
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